EDIFICIOS Y ESTRUCTURAS

La ciudad de David—1 Reyes 9: 24

Los restos de enormes murallas, la existencia de lo que los arqueólogos llaman la estructura de piedra escalonada y los tipos de cerámica que se encuentran en la región han llevado a muchos investigadores a considerar las ruinas en una cresta pronunciada entre el valle del Cedrón, en el este, y el valle de Tiropeón, en el oeste, como el sitio de la ciudad de Jebús, donde más tarde David construyó su palacio. Se la conoce como la ciudad de David.

Después de conquistar la ciudad cananea de Jebús, en 1004 a. C., David le cambió el nombre. Sus fortificaciones y edificios parecen haber permanecido intactos y David agregó más dependencias en las nuevas fortificaciones. No se sabe cuán grande era la ciudad jebusea ni cuánto la expandió David. Varias excavaciones, comenzando con Charles Warren en 1894 hasta la de Eilat Mazar en 2005, han tratado de descubrir y explicar la historia de la ciudad.

La ciudad estaba asentada en la cima de la cresta llamada Ofel. Al sur estaba Silwan, a una altura de 620 metros. La frontera norte era el monte Moriah, a una altura de 745 metros. Allí estaba ubicada la era de Arauna, el jebuseo, que David compró para erigir un altar, y donde Salomón construyó más tarde el Templo. La tradición judía afirma que Abraham trajo a su hijo Isaac a este mismo lugar para ofrecerlo al Señor, de modo que llegó a ser el lugar más sagrado del judaísmo.

Debido a que la ciudad de Jebús era un territorio que no estaba en manos de ninguna tribu israelita, era un territorio neutral y aceptable para todas las tribus. Más tarde, David trasladó el Arca del pacto allí, estableciendo así a Jerusalén como el centro religioso y político de Israel. Los eruditos disputan vehementemente la naturaleza de las evidencias arqueológicas encontradas en la ciudad de David. Algunos arqueólogos rechazan la idea de que David construyó fortificaciones masivas y tenía un vasto reino. Otros afirman que han descubierto rastros del palacio de David y argumentan que tienen suficientes evidencias para apoyar las declaraciones bíblicas sobre las actividades de construcción de David. Algunos argumentos de esta última postura incluyen:

-    La enorme muralla, conocida como la estructura de piedra escalonada en la parte oriental de Ofel, junto con los restos de dos torres parecen confirmar la construcción de una ciudadela en la cima de la montaña. La cerámica excavada a su alrededor indica que el muro pertenece al siglo X a. C.

-    El lado este del sitio tiene muchas ruinas de los muros diseñados para formar terrazas para las casas allí construidas. Dos de esas casas son conocidas como la Casa de Ahiel y la Casa Quemada, ambas del período del Segundo Templo. En la base de estas casas, al este, los excavadores encontraron cincuenta y tres bullae con inscripciones, evidencia que sugiere un archivo oficial en el sitio. El incendio que lo destruyó, endureció y preservó las impresiones de sello. Las bullae han sido de gran valor para reconstruir la narrativa bíblica, ya que tres de los nombres de los sellos son de la Biblia. Uno de ellos es Baruc el escriba, asistente de Jeremías.

El pozo descubierto por Warren fue uno de los primeros elementos arqueológicos encontrados en el área de la Ciudad de David, pero no fue hasta 1980 que la expedición de Yigael Shiloh limpió todo el complejo y lo abrió a los turistas. Los científicos creen que los jebuseos establecieron por primera vez el antiguo sistema de suministro de agua. Consiste en un pozo vertical, un túnel inclinado y otro pozo vertical, lo que permitía a los habitantes jebuseos obtener agua del cercano manantial de Gihón sin exponerse al ataque de los enemigos. La mayoría de los eruditos están de acuerdo en que el ejército de David, dirigido por Joab, logró entrar en la ciudad a través de los túneles de agua, llamados tsinnor en la Biblia.

El manantial de Gihón se encuentra en la base de la ladera oriental de Ofel, hacia el Cedrón, y proporciona entre 40 y 100 metros cúbicos de agua por día, suficiente para una ciudad de 2.500 habitantes. Su flujo es irregular, con fuertes borbotones seguidos de menos circulación de agua. Salomón construyó un canal en la ladera oriental de la cresta para llevar el agua a la cuenca de Siloé y regar los jardines reales. Más tarde, el rey Ezequías construiría el famoso túnel que llevaría agua desde el lado este hasta el lado occidental de la cresta, dentro de la ciudad, un sistema necesario debido a la amenaza asiria. El túnel de Ezequías, una excavación sinuosa de 533 metros de largo, representa uno de los logros técnicos más ingeniosos de la antigüedad.

La ciudad se ha expandido continuamente hacia el norte y el oeste. Salomón pasó veinte años construyendo el Templo y su propio palacio, empleando artesanos fenicios. Las excavaciones de Eilat Mazar desde 2009 han revelado partes de lo que ella cree que fue la muralla fortificada de Salomón y la puerta de la ciudad que conducía a su palacio. El tamaño de esta puerta es semejante al de las de Gezer, Meguido y Hazor, lo que parece corroborar que todas ellas fueron construidas en la misma época, como se desprende de 1 Reyes 9: 15.

Como resultado de las construcciones resultantes de su estatus de ciudad capital, la Ciudad de David aumentó en población hasta llegar a tener unos 3.000 habitantes. Durante la época de Salomón, cuando la ciudad se expandió hasta su límite norte máximo, la población creció a unos 5.000 habitantes. Durante el reinado de Ezequías, la ciudad se había extendido hasta la montaña occidental, que el rey fortificó con una ancha muralla. La población había alcanzado los 28.000 habitantes, el tamaño y la población máximos del período del Primer Templo.