TIERRAS Y LUGARES
Antíoco I (281-261 a. C.), el segundo gobernante del Imperio seléucida que sucedió a Seleuco tras ser asesinado por Ptolomeo Cerauno en el año 281 a. C., tenía unas dieciséis ciudades nombradas en su honor. Solo dos de ellas aparecen en las Escrituras: Antioquía de Orontes o Antioquía de Siria y Antioquía de Pisidia. Los refugiados que huían de la persecución que llevó a la lapidación de Esteban se escaparon a Antioquía de Siria, ubicada cerca del río Orontoes en el norte de Siria. Allí entraron en contacto con los griegos que se unieron a la nueva fe. La ciudad se convirtió en un centro del cristianismo entre los creyentes no judíos, un movimiento liderado principalmente por Pablo (Hech. 11: 19-30; 13: 1-3; 14: 26–15: 3; 15: 22-40; 18: 22-23).
Aunque no fue igual de relevante, Antioquía de Pisidia destacó por la difusión del cristianismo en Anatolia (actualmente Turquía), el área central de la provincia romana de Asia (Hech. 13: 14-51; 14: 19, 21-23). Algunos han argumentado que la ciudad se denomina Antioquía de Pisidia incorrectamente porque en realidad está ubicada en Frigia. Sin embargo, aunque Estrabón, geógrafo del siglo I, la ubicó en Frigia, en la parte sur de las montañas frente a Pisidia, la llamó Antioquía «cerca o hacia» Pisidia. Además, el uso del término Pisidia era probablemente una referencia geográfica intencional para diferenciar la ciudad de otros sitios cercanos con nombres similares.
El sitio está ubicado en siete colinas, aproximadamente 1,5 kilómetros al noroeste de la ciudad turca actual de Yalvaç. Aunque su asentamiento parece haberse iniciado durante la época helenística con los colonos de Magnesia del Meandro, fue durante la época de Augusto cuando el desarrollo de la ciudad se aceleró. Debido a su estratégica ubicación geográfica, cerca de la carretera entre Éfeso y las Puertas Cilicias, Augusto intentó utilizarla como centro militar. Posteriormente, el sitio presenció varios proyectos impresionantes de construcción durante la dinastía Julio-Claudia, la dinastía Severa y también la Flavia. Estos desarrollos llevaron al establecimiento firme del culto al emperador romano en la ciudad, como lo demuestra el impresionante Templo de Augusto construido por Tiberio en el año 25 d. C. y la inscripción en latín, Res Gestae, un resumen de las actividades de Augusto inscrito inicialmente en tablas de bronce colocadas delante de su mausoleo en Roma. Luego se instalaron copias en las paredes de los templos de Asia Menor. Esta en concreto probablemente estaba fijada a los edificios de la puerta de una calle.
Entre las estructuras más importantes del sitio se encuentran una puerta de triple arco con un estanque y un canal de agua que fluía hacia el interior de la puerta; un teatro grecorromano con una capacidad estimada de doce mil personas construido sobre un cardo-maximus (calle principal) que unía el teatro con el Templo de Augusto; un complejo de baños; un nymphaeum (fuente pública) y un castellum (tanque de almacenamiento de agua) alimentado por un acueducto y un sifón (una característica arquitectónica o conducto que conecta un canal de agua abierto a una o varias tuberías). Además, la ciudad tenía numerosas tiendas, una gran basílica y una Tiberia Platea (una calle con columnas) que llevaba a una puerta de triple arco.
La existencia del Templo o Santuario de Men que albergaba el Templo de Augusto es igualmente importante para resaltar la relavancia de la actividad religiosa en la ciudad. Men era el nombre del dios anatolio de la luna, similar a Sin de Mesopotamia. Parece que los colonizadores de Magnesia construyeron el templo con un estilo que reflejaba las influencias helenísticas. Una inscripción que data del año 209 a. C. y los motivos decorativos vinculan inequívocamente el templo con el culto a Men. Además, un templo helenístico más pequeño se encontraba al noroeste del Santuario de Men.
Sin embargo, el edificio más importante del Santuario de Men y de toda la ciudad fue el Templo de Augusto. Visible desde todas las direcciones, ocupaba la zona más alta de la ciudad. Además de los templos de la ciudad, una sinagoga y un edificio conocido como la Gran Iglesia también son restos arquitectónicos importantes. Al sur del Santuario de Men también estaba ubicada una segunda estructura perteneciente a una iglesia bizantina más pequeña. Aunque la tradición afirma que la Gran Iglesia se construyó sobre la sinagoga donde Pablo predicó (Hech. 13: 14-51), parece más plausible suponer que el evento tuvo lugar en la estructura de la sinagoga actual. No obstante, la presencia de varias estructuras religiosas/cultuales arroja luz sobre los distintos elementos religiosos que coexistieron en la ciudad: el culto imperial romano, el judaísmo y la fe naciente del cristianismo.
McRay, Archaeology and the New Testament.
Wilson, Biblical Turkey: A guide to the Jewish and Christian sites of Asia Minor.