PERSONAJES DE LA ANTIGÜEDAD

Santiago, el hermano de Jesús—Hechos 15: 13

El Nuevo Testamento menciona el nombre de Santiago más de cuarenta veces (y si se incluye la forma hebrea «Jacobo», aparece más de sesenta veces). La mayoría de los comentaristas acepta el hecho de que uno de esos llamados Santiago o Jacobo es hermano de Jesús. Varios factores indican que los hermanos y hermanas de Jesús (Mat. 13: 35) eran mayores que él. En primer lugar, José no aparece en ningún relato de la vida adulta de Jesús, lo que implica que ya había muerto. José, como hombre mayor, ya habría tenido una familia cuando se casó con María. Por ello, sus hermanos serían sus hermanastros, apoyado aún más por el hecho de que Jesús es llamado hijo de María, pero no los demás hermanos (vers. 35). En segundo lugar, los hermanos de Jesús habían ido a instarlo a que asista con ellos a la fiesta de los Tabernáculos (Juan 7: 3-5). En una sociedad que asignaba autoridad a la edad y la posición familiar, parecería una vez más que eran mayores que él. Por último, antes de su muerte, Jesús asigna el cuidado de María a Juan (Juan 19: 25-27). Si los hermanos hubieran sido los hijos biológicos de María, habrían sido responsables en la sociedad antigua de encargarse de ella.

Antes de la resurrección de Jesús, sus hermanos no creían en él como el Mesías (Juan 7: 5; cf. Mar. 3: 21, 31–35). La conversión de Santiago puede haber tenido lugar cuando Jesús se le apareció después de la resurrección (1 Cor. 15: 7). Las Escrituras indican que él y sus otros hermanos se encontraban con los discípulos en el aposento alto antes del Día de Pentecostés (Hech. 1: 14).

Poco después, sin embargo, parece haberse convertido en el líder organizacional de la iglesia de Jerusalén. Ese liderazgo posiblemente le fue transferido cuando Pedro tuvo que alejarse para escapar de la persecución de las autoridades religiosas (Hech. 12: 17). Pablo destacó la visita a Jacobo (a quien se refiere como «el hermano del Señor» en Gál. 1: 19). Hay claras implicaciones de que los primeros creyentes consideraban a Jacobo como uno de los apóstoles. Gálatas 2: 9 lo menciona junto con Pedro y Juan como una «columna» de la iglesia y junto con las otras dos columnas de la iglesia, fue un campeón de los pobres.

Jacobo fue el que presidió el Concilio Apostólico de Jerusalén (Hech. 15:13–21). Resolvió el debate de la circuncisión sobre la base del testimonio de las Escrituras y del presentado en el Concilio. Al fin del tercer viaje misionero de Pablo, el apóstol visitó a Jacobo y a otros ancianos y aceptó su petición de que cumpliera con las costumbres de purificación judías para dar seguridad a los que tenían dudas sobre su fidelidad a la ley.

Un vigoroso debate rodea la autoría de la epístola que lleva el nombre de Santiago. Muchos estudiosos creen que las evidencias internas y externas señalan a Jacobo, el hermano de Jesús, si bien el documento no lo identifica como tal.

Un par de generaciones después, la influencia de Jacobo parece haber desaparecido del cristianismo ortodoxo, aunque unas pocas tradiciones siguieron firmes, una de las cuales sostiene que fue el primer obispo y, más tarde, líder de la iglesia. El historiador Eusebio del siglo IV informó que Pedro, Santiago y Juan lo designaron como el primer obispo después del martirio de Esteban. Además, los tratados lo nombran el sucesor de Jesús y el líder de la iglesia de Jerusalén.

James’s martyrdom in 62 A.D., at the command of the high priest (or Sanhedrin), places him in the select company of early Christian martyrs such as Jesus Stephen and James, the son of Zebedee. The tradition of the martyrdom of James comes to us from as early as the historical records of his contemporary historian, Josephus. Eusebius also reported various traditions presented by Clement of Alexandria and Hegesippus. They taught that either James was thrown from the parapet of the temple and stoned (Josephus and Hegesippus), or beaten to death with a club (Clement). Other early church traditions suggest that the death of James removed the protecting presence of God over the Jewish nation and led to the destruction of Jerusalem in AD 70.

Como figura destacada de la iglesia apostólica primitiva, Jacobo fue reconocido por su «excesiva justicia» (Hegesipo). Por ello, recibió el título de «Jacobo el Justo». Cuando la iglesia de Jerusalén se convirtió en una iglesia gentil en el ca. 135 a. C., la imagen y la influencia de Jacobo comenzó a desvanecerse.

En 2002 apareció un osario con la inscripción: «Santiago, hijo de José, hermano de Jesús». Algunos la han visto como la evidencia arqueológica más temprana relacionada con Santiago. Sin embargo, la mayoría de los estudiosos consideran que la inscripción es una falsificación.