TIERRAS Y LUGARES
La mayoría de los eruditos identifican la antigua ciudad de Ur de los caldeos, la ciudad natal de la familia de Abraham (Gén. 11: 27-32; 15: 7; Neh. 9: 7; cf. Hech. 7: 2-4; Heb. 11: 8), con las impresionantes ruinas de Tell el-Mukayyar ubicadas cerca del río Éufrates en un punto aproximadamente a mitad de camino entre Bagdad y el golfo Pérsico. Henry Rawlinson fue el primer erudito en vincular Tell el-Mukayyar con Ur, después de descifrar un ladrillo inscrito con el nombre Ur que le trajeron del sitio en 1849.
Después de algunas excavaciones exploratorias entre 1851 y 1859 y sondeos posteriores (1918-1919), Leonard Woolley dirigió una campaña arqueológica a gran escala en Ur, entre 1922 y 1934, publicando una serie de relatos populares e informes científicos entre 1927 y 1976, algunos de los cuales aparecieron póstumamente. Woolley, más tarde nombrado caballero por sus importantes contribuciones a la historia del Próximo Oriente Antiguo, trató de encontrar pruebas de Abraham, que no se materializaron. Al excavar a través de una capa de sedimentos de más de 3 metros intercalada entre capas ocupacionales, inicialmente Woolley creyó que tenía evidencia del diluvio universal (Gén. 6–8). Sin embargo, más tarde atribuyó los sedimentos a una inundación importante, aunque no universal, confinada al valle del Tigris-Éufrates. Woolley también recuperó una gran cantidad de artefactos preciosos de sepulturas reales en Ur, así como muchos otros hallazgos en todo el vasto sitio. Las tablillas cuneiformes muestran un comercio extenso que llegó hasta el valle del Indo.
Durante la tercera dinastía en Ur (ca. 2110-2000 a. C.), la ciudad alcanzó su apogeo en poder y tamaño, gobernando sobre un imperio que se extendía desde el golfo Pérsico hasta el norte de Siria. Bajo el liderazgo del primer rey de la tercera dinastía, Ur-Nammu (2113-2095 a. C.), Ur alcanzó un nivel cultural inusualmente alto. Ur-Nammu formuló el código legal más antiguo que se conoce actualmente. Quizá la ciudad más grande de su tiempo, Ur cubría 63 hectáreas con una población estimada en cerca de treinta mil habitantes y contaba con grandes suburbios no amurallados. Ur-Nammu y su hijo Shulgi (2095-2047 a. C.) erigieron un gran zigurat (torre escalonada con escaleras exteriores y un santuario en la cima).
Alrededor de 2100 a. C., Ur construyó un complejo de templos para la deidad lunar de la ciudad. Después de un siglo de dominio, Ur cayó ante los elamitas que capturaron a Ibbi-Sin (2029-2004 a. C.), rey de Ur, y saquearon la ciudad. Fue reconstruida pero nunca recuperó su poder anterior, aunque Nabucodonosor II (604-582 a. C.) estableció una nueva era de actividad económica en Ur y el último rey de Babilonia, Nabonido (555-539 a. C.) renovó el zigurat. Después de la conquista de Babilonia por los persas, la ciudad entró en un declive pronunciado. Un cambio en el curso del río Éufrates destruyó su importancia comercial y fue abandonada después del año 400 a. C.
Mientras que algunos eruditos ubican Ur de Abraham en el sureste de Anatolia o en el norte de Mesopotamia en un sitio más cercano a Harán (véase Gén. 11: 27–12: 4; 24: 1-10), muchos historiadores bíblicos continúan reconociendo el sitio de Tell el-Mukayyar, ubicado al sur, como la probable Ur de los caldeos bíblica. Los materiales escritos desenterrados en Ur hasta ahora no mencionan a Abraham ni a su familia, pero eso no es sorprendente, ya que su clan no fue más que uno de los muchos grupos familiares que emigraron o se establecieron en la región a lo largo del período.
Crawford, Ur: The City of the Moon God.
Gordon, “Abraham and the Merchants of Ura”, 28-31.
Millard, “Where was Abraham’s Ur?”, 52-53, 57.
Saggs, “Ur of the Chaldees: A Problem of Identification”, 200-209.
Sigrist y Westenholz, “Ur—The Primaeval City of Kingship”, 1-49.
Woolley, Excavations at Ur: A Record of Twelve Years’ Work.