TIERRAS Y LUGARES
La Biblia menciona Ascalón por primera vez al narrar la conquista de Canaán; fue una de las ciudades pertenecientes a la pentápolis filistea (Jos. 13: 3). Es mencionada nuevamente durante el periodo de los jueces, cuando Sansón atacó las ciudades para conseguir las vestiduras con que pudiera pagar una apuesta (Jue. 14: 19). Más adelante, los profetas predijeron su destrucción con frecuencia (Jer. 25: 20; 47: 5; Sof. 2: 4; Zac. 9: 5). Los egipcios se refirieron a la ciudad en múltiples ocasiones, por vez primera en los textos de execración del Imperio medio y, por última, en la estela de Merneptah en 1209 a. C. Los arqueólogos recuperaron en Meguido una pequeña placa de marfil que menciona Ascalón.
John Garstang excavó el sitio de Ascalón (1921-1922) y, posteriormente, la Universidad de Harvard (1985-2016) llevó a cabo excavaciones extensas. La expedición de Harvard descubrió un asentamiento muy grande que se extendió desde la Edad del Bronce Medio hasta los periodos de las cruzadas y el islam.
Esa vasta ciudad cananea de la Edad del Bronce Medio tuvo fortificaciones importantes, incluidos cuatro terraplenes que sostuvieron enormes murallas de ladrillos de barro de más de 70 metros de grosor. Los restos de una puerta ubicada al norte todavía tenían la parte inferior de un arco. Este había colapsado por su antigüedad; no obstante, los muros de carga se habían conservado bien. Representa la puerta arqueada más antigua que se ha encontrado hasta el momento. Los sellos y otros artefactos localizados en las ruinas indican que se sostuvo una sólida relación comercial con Egipto y Fenicia. En 1991, los excavadores desenterraron una figura con forma de becerro hecha de plata y cobre, fuera del complejo de la puerta, junto a un altar de terracota. También se han encontrado algunas tumbas cercanas a la puerta. Los profetas se opusieron a la religión cananea (Ose. 13: 1-2) y sus prácticas quizá fueran el trasfondo de otras discusiones relativas a los entierros, las alabanzas y el ayuno (Jer. 16: 5-9).
En la ciudad de la Edad del Bronce Tardío, correspondiente a la época de la conquista y los jueces, no se han realizado excavaciones tan extensas. A finales del siglo XIII a. C., apareció parte de una enorme fortaleza al estilo egipcio. Algunos eruditos han sugerido que tal vez haya sido una guarnición que construyó Merneptah (1213-1203 a. C.) después de su campaña dirigida en contra de la ciudad, como lo registra su estela en el templo de Karnak. Los arqueólogos también han excavado tumbas de esta época en medio de la ciudad.
Durante la Edad del Bronce, la planificación y la cultura material de Ascalón se alteraron dramáticamente. Aunque los excavadores no han localizado evidencia de una destrucción a gran escala, sí han encontrado abundante cerámica bicroma decorada con formas geométricas, que incluyen espirales, cuadrados, diseños de peces y aves. Si bien las vasijas tienen características comunes a la cerámica micénica de la Grecia continental, las pruebas efectuadas mediante análisis de activación neutrónica indican que los alfareros usaron arcilla local palestina para fabricarlas. Así como en otros sitios filisteos, la dieta de los habitantes de Ascalón difería bastante de la de aquellos que habitaron ese lugar antes que ellos. Solían comer perros y cerdos. En la época mencionada, el consumo de cerdo aumentó entre cinco y veinte por ciento. Las ollas de cocina adquirieron formas nuevas. Las casas tenían chimeneas hechas de ladrillos de barro en el interior de las habitaciones. Mientras que los excavadores no han encontrado templos de esa época en Ascalón, un altar enyesado de cuatro cuernos descubierto en una de esas habitaciones sugiere que se realizaban prácticas de culto domésticas. Muchos eruditos han sugerido que estas características combinadas representan la migración de los pueblos del mar que Ramsés III informó se habían establecido a lo largo de la planicie costera al sur de Canaán. El término con el que la Biblia se refiere esa gente del Egeo es «filisteos».
Nabucodonosor triunfó sobre Ascalón en el año 603 a. C. y la dejó deshabitada durante algún tiempo. Los profetas de los siglos VIII y VII predijeron la destrucción final de Ascalón y otras ciudades filisteas (Amós 1: 8; Jer. 47: 4-7).