TIERRAS Y LUGARES
Durante el periodo del Antiguo Testamento, existieron al menos cuatro ciudades llamadas Aroer. Con todo, la más significativa es la que se encontraba sobre la orilla nordeste del Arnon, en la Transjordania. Según el texto bíblico, Aroer tenía las características de una fortaleza situada en el punto de confluencia de la frontera entre el territorio amorreo del rey Sehón y el país de Moab (Deut. 4: 48; Jos. 12: 2; cf. Jue. 11: 22), función que, aparentemente, mantuvo durante la presencia de los israelitas en la región (Deut. 2: 36; Jos. 13: 9). Los rubenitas ocuparon el emplazamiento durante un tiempo. Más tarde, el rey moabita Mesa, en su estela (línea 26) afirma haber refortificado Aroer después de haberla recuperado del dominio del reino de Israel (véase 2 Reyes 3). Unos años más tarde, el rey arameo Hazael (s. IX a. C.) invadió el territorio israelita de Transjordania (Basán y Galaad) y conquistó Aroer, lo que le dio el control sobre el comercio y los recursos de toda la región (2 Rey. 10: 33).
Las excavaciones llevadas a cabo en la moderna aldea árabe de ’Ara’ir (Khirbet ’Ara’ir), situada unos quilómetros al sureste de la Dibón bíblica (en la actualidad, Dibhan), han sacado a la luz restos de cerámica y objetos de inicios de la 3ª Edad del Bronce así como de la Edad del Hierro. El lugar parece haber quedado deshabitado desde mediados de la Edad del Bronce hasta la Edad del Hierro. Uno de los descubrimientos más significativos fueron los restos encontrados en el Nivel IV de una fortificación de la Edad del Hierro de unos 50 m2 formada por grandes bloques de roca que la excavación situó en la época del rey Mesa. Finalmente, Nabucodonosor destruyó Aroer.