EVENTOS HISTÓRICOS

La casa quemada—Marcos 13

Aunque varios relatos históricos documentan la tragedia de la devastación de Jerusalén a manos de las legiones romanas, el registro arqueológico proporciona la prueba más tangible de la destrucción total de la ciudad en el año 70 d. C.

Las excavaciones realizadas por Nahman Avigad (1969-1982) en la antigua ciudad de Jerusalén descubrieron vestigios estructurales ocultos durante milenios. Algunos de ellos se han conservado de manera excelente después de tantos siglos. Avigad excavó en el área que hoy es conocida como el Barrio Judío, frente al monte del Templo y el Muro de las Lamentaciones.

Del Área B del sitio, recuperó restos de cuatro estratos ocupacionales que se extienden desde la Edad del Hierro hasta el período otomano temprano. El primer estrato data del final de la época del Primer Templo (estrato 4), cuando las fuerzas neobabilónicas conquistaron Jerusalén en el siglo VI a. C. El nivel más fascinante es el estrato 2, que contiene las ruinas de una estructura residencial que fue destruida durante el siglo I d. C. por los romanos. La estructura ha llegado a ser conocida como «la casa quemada» y desempeña un papel muy significante en las investigaciones arqueológicas del período del Segundo Templo tardío.

Debido a la existencia de edificios actuales en el sitio, los arqueólogos solo han podido recuperar un patio exterior junto con algunas de las habitaciones: una cocina y una miqveh o baño ceremonial. Una mansión adyacente tenía dos pisos y dos o más bodegas, junto con varias cisternas para recoger el agua de lluvia. La masiva e impresionante estructura fue construida a principios del siglo I d. C. Las habitaciones de la casa quemada y la mansión contenían fragmentos de docenas de vasijas de cerámica y piedra. El número de las vasijas de piedra indica la preocupación de su dueño por la pureza religiosa, ya que los judíos de la época creían que los objetos hechos de piedra no eran afectados por la contaminación ceremonial. Un hallazgo que ha despertado la imaginación de muchos es el brazo de una mujer joven enterrado bajo una capa de vigas carbonizadas y una pared derrumbada. Probablemente, en la casa quemada vivía una familia que estaba al servicio de algunos sacerdotes.

Los vestigios de la casa dan testimonio de la riqueza y el buen gusto de algunos judíos del primer siglo. Un peso de piedra que lleva la inscripción בר קתרס[ד] [dĕ]bar Qātrōs, «[de] los hijos de Katros» sugiere que la mansión adyacente a la casa quemada pudo haber pertenecido a la familia de Katros, una de las principales familias de sumos sacerdotes del período del Segundo Templo. Probablemente, la casa de Caifás era similar a esta mansión y nos ayuda a hacernos una idea sobre el patio en el que Pedro siguió a Jesús (véase Mar. 14: 66).

El Talmud de Babilonia conserva recuerdos negativos de algunas familias sacerdotales adineradas, declarando: «¡Ay de mí por la casa de Katros, ay de mí por su difamación!» (T. Men. 13.20). El mismo versículo incluye lamentaciones en contra de Abba Jose ben Hanin, que probablemente se refiere a Anás (el suegro de Caifás). Josefo menciona a Canteras (Κανθήρας) que podría ser el Katros de esta casa (Antigüedades. 20.1.3).

Avigad, Discovering Jerusalem.

Evans, “Mark 8:27–16:20”, Word Biblical Commentary, 463-464.

Geva, Jewish Quarter Excavations in the Old City Jerusalem Volume IV: The Burnt House of Area B and Other Studies.