TEXTOS Y ARTEFACTOS ANTÍGUOS

Cartas y epístolas en la época romana

En un mundo sin teléfonos u otros medios modernos, las cartas eran la forma más importante de comunicación después de la conversación directa. Los antiguos las usaban para cuestiones diplomáticas, legales, administrativas y personales. Han sobrevivido numerosos ejemplos, principalmente de Egipto, donde el clima árido prevenía que el frágil papel del papiro en el que escribía la gente se desintegrara. Los arqueólogos han recuperado incontables cartas, lo que incluye una variedad de temas tales como las transacciones comerciales y cuestiones legales y otros textos descartados o guardados que, con el tiempo, fueron sepultados por la arena, así como los almacenados en cuevas secas. Por textos principalmente más literarios y administrativos, los escriban los copiaban y volvían a copiar para preservarlos en archivos administrativos o bibliotecas.

Respecto del carácter distintivo entre las cartas y las epístolas, algunos estudiosos consideran que una epístola es una escritura cuyo propósito es enseñar algo en lugar de tan solo transmitir información de negocios, legal o de otro tipo, o sentimientos personales.

El estudio de textos antiguos ha arrojado una luz considerable sobre nuestra comprensión de las epístolas bíblicas, que conforman casi el sesenta por ciento del Nuevo Testamento, aunque no todas ellas tienen la estructura formal de una carta.

La mayoría de las cartas escritas en el mundo antiguo seguían un formato estándar. Aunque las cartas del Nuevo Testamento a veces varían de la habitual escritura de una carta grecorromana, por lo general reflejan el patrón principal. Quizá la diferencia más significativa es que las epístolas bíblicas son mucho más extensas que una carta usual. Las cartas seculares de la Antigüedad a menudo tenían unas pocas decenas de palabras, mientras que una epístola bíblica a menudo tiene miles de palabras, lo que enfatiza la importancia de sus contenidos.

Aunque en las cartas individuales aparecen algunas variaciones (en especial en el cuerpo y la conclusión), se puede delinear la estructura básica de las epístolas del Nuevo Testamento de la siguiente manera:

I) Comienzo II) Cuerpo III) Conclusión
  1. Remitente: de quién
  2. Destinatario: a quién
  3. Fórmula de saludo
  4. Agradecimiento (o bendición)
  1. Exhortación inicial
  2. Declaración de tesis
  3. Discusiones teológicas
  4. Amonestaciones éticas
  1. Cuestiones prácticas
  2. Saludos individuales
  3. Posdata personal
  4. Doxología (u oración)

A diferencia de las muchas cartas efímeras y otros documentos que las personas del mundo grecorromano a menudo arrojaban en los vertederos de basura de Egipto, los primeros cristianos consideraron que las epístolas bíblicas eran especialmente dignas de ser preservadas. Las fueron pasando de iglesia en iglesia para compartir la enseñanza de cada epístola y copiaban y volvían a copiar sus contenidos sagrados para conservarlos en los centros y escuelas religiosas. Aún las tenemos debido a la importancia de lo que enseñaron.

Hooper y Schwartz, Roman Letters: History from a Personal Point of View.