El hombre sensato (Proverbios 22: 14)

Salomón advierte a su hijo describiendo de manera bastante gráfica un peligro para quienes no caminan con Dios: «Fosa profunda es la boca de la mujer extraña; el que provoque la ira de Jehová, caerá en ella» (Prov. 22: 14).

A todos nos gustan los cumplidos. Las palabras que nos adulan suenan bien a nuestros oídos. Este versículo nos advierte contra las mujeres que demasiado libremente dirigen palabras de adulación a los hombres. Aquí, la boca de la mujer extraña se compara con un pozo profundo. Y es demasiado fácil dar un paso en falso y caer en el abismo. Es fácil caer en un foso profundo, pero es muy difícil salir de él.

Tal vez Salomón se sintió alguna vez atraído al pecado escuchando a mujeres sin principios, y ahora trata de que sus hijos tomen conciencia de no meterse en los mismos senderos resbaladizos. Él habla a menudo de este tema y de los peligros de dejarse enredar por este tipo de mujeres. «Los labios de la mujer extraña destilan miel y su paladar es más suave que el aceite, pero su final es amargo como el ajenjo, agudo como espada de dos filos. Sus pies descienden a la muerte, sus pasos se dirigen al seol. Sus caminos no son firmes: no los conoce, ni considera el camino de la vida» (Prov. 5: 3-6).

En lugar de seguir a la mujer peligrosa hasta el abismo del infierno, «Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado» (Sal. 1: 1). Sigue caminando lejos de la mujer impúdica. Estarás más seguro y más cerca de Dios.