Las prioridades del marido (Efesios 5: 23)

La Biblia declara que «el marido es cabeza de su mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo, y él es su Salvador». A continuación, construyendo sobre esta idea, en el versículo 25 afirma: «Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella».

Las implicaciones de este pasaje nos intrigan y desafían nuestras ideas. Porque, si el marido es el cabeza de la esposa, como se presenta en la Biblia, y los maridos deben amar a sus esposas como Cristo amó a la iglesia y se entregó a sí mismo por ella, entonces los maridos tienen la responsabilidad bastante impresionante de ser en su matrimonio lo que Cristo es para la iglesia.

Nos parece extraordinario que las investigaciones sociales más científicas estén dando la razón a la Biblia acerca de lo que el marido puede ser con respecto a su esposa. El Dr. John Gottman, uno de los principales investigadores de matrimonios en el mundo, afirma que las mujeres necesitan vitalmente sentirse respetadas, escuchadas y conectadas con su marido, y para que esto sea una realidad, entre las prioridades de este debe prevalecer el mantenerse en sintonía con su esposa.* Gottman se refiere a este concepto como «sintonía»; en esencia, afirma que la relación de un hombre con su esposa cambiaría completamente si él hiciera lo siguiente:

Atenderla: préstale tu atención completa cuando necesite hablar contigo. Guarda tu teléfono móvil, apaga la televisión, demuestra con tus acciones que te preocupas por ella y te interesa lo que está diciendo. Aunque lo que tu esposa esté diciendo no te parezca relevante, es importante para ella y es una invitación a sintonizar con ella. Y si salen juntos a cenar a un restaurante, centra tu atención en ella. No escanees la sala para ver a otras mujeres. La atención equivale al afecto y, en última instancia, a cómo expresas tu amor.

Mirarla: físicamente gírate hacia tu esposa cuando te está hablando. Muestra interés genuino en lo que está diciendo. Mírala a los ojos cuando te habla para transmitirle tu atención genuina.

Comprenderla: independientemente de lo que diga tu esposa, tu objetivo debe ser tratar de entenderla. Por cierto, entender no significa tratar de solucionar la preocupación que ella comparta contigo. Procura más bien preguntarle cómo se siente ante la situación que te plantea, y lo que esta realmente significa para ella.

Escucharla de manera no defensiva: si tu esposa está molesta por algo que dijiste o hiciste, no reacciones de manera exagerada ni actúes a la defensiva; limítate a escuchar. Sintoniza tus sentimientos y hazle saber que la escuchas y comprendes haciendo declaraciones como: «Te estoy escuchando decir lo que dije y que te disgustó tanto». Incluso si no estás de acuerdo con lo que ella te dice, manifiesta tu interés escuchando lo que ella tenga que decir.

Empatizar con ella: escucha de manera no defensiva, incluso si no estás de acuerdo con lo que te está diciendo, y muestra empatía y comprensión por lo que está comunicando.

Garantizamos que cualquier marido que preste atención a estas prioridades, y las convierta en parte de sus interacciones diarias con su esposa, observará una mejora viable en sus relaciones matrimoniales. Si tienes esposa, te animamos a probar esto y a experimentar que la calidad de tus relaciones pasa de buena a excelente.

* Gottman, John Mordechai. The Mans Guide to Women: Scientifically Proven Secrets from the “love Lab” about What Women Really Want. New York, NY: Rodale, 2016.