Obedeciendo a tus padres en el Señor (Efesios 6: 1)

El apóstol Pablo escribe a los hijos, «obedeced en el Señor a vuestros padres». Dios te ha llamado a ser padre. Es quizás la vocación más elevada que jamás tendrás. Debes enseñarle a tu hijo a vivir una vida no de acuerdo a su voluntad, sino de acuerdo a la voluntad de Dios. La única forma en que puedes hacerlo es manteniendo una relación cercana con Dios y asociándote con él para educar a tu hijo. Para enseñar a nuestros hijos la obediencia «en el Señor», debemos vivir íntimamente en comunión con él.

«La mejor manera de educar a los hijos para que respeten a su padre y a su madre es darles la oportunidad de ver al padre ofreciéndole amables atenciones a la madre, y la madre rindiendo respeto y reverencia al padre. Es al contemplar el amor en sus padres, que los niños son guiados a obedecer el quinto mandamiento y prestar atención al mandato.» (Traducido de Review and Herald, 15 de noviembre de 1892, art. B, párrafo 1).

A medida que nuestros hijos crecen y maduran, nosotros también nos desarrollamos y cambiamos como adultos. El proceso de la crianza es una experiencia mutua de dar y recibir en la que educamos a nuestros hijos y, en muchos aspectos, ellos también nos educan a nosotros. A través de la experiencia de ser padres aprendemos más sobre el amor incondicional de Dios y su perdón hacia nosotros.