El triángulo matrimonial (Efesios 5: 21-32)

Este pasaje de las Escrituras está plenamente dedicado al matrimonio y a lo importante que es Dios en tal relación: esta es la noción bíblica del triángulo matrimonial.

En los estudios de psicología y relaciones familiares, sin embargo, la triangulación no es una noción positiva. De hecho, es una noción peligrosa. En el contexto de esas disciplinas, la triangulación describe una situación en la que una persona manipula la relación entre otras dos mediante el control de la conversación. Pero en este pasaje, cuando Dios es el tercer elemento en una relación matrimonial, tal triángulo es una ayuda bienvenida que aporta bálsamo para sanar y pegamento para unir cualquier relación matrimonial.

Para que este tipo de triángulo matrimonial funcione, tanto el esposo como la esposa deben estar dispuestos a someterse a Dios. Y someterse a Dios significa tener la voluntad de poner en práctica la ética del reino de Dios en nuestra relación matrimonial, hecha a base de paciencia, amabilidad, perdón, alegría, paz, bondad, fidelidad, gentileza y autocontrol. Si estás casado, este es el marco que deseamos para tu matrimonio. Abraza esta realidad y disfruta de las bendiciones que Dios quiere que reciba cada matrimonio.