11 de enero | TODOS

¿Acaso hay alguna cosa difícil para Dios?

«¿Acaso hay alguna cosa difícil para Dios? Al tiempo señalado volveré a ti, y para entonces Sara tendrá un hijo» (Gén. 18: 14).

Los años desfilaban como un ejército cansado, pero la promesa huía de sus manos arrugadas. La buscaba en el desgarrado algarrobo del camino, en la quebrada, en el contorno de una colina. Extendía la mano en un ademán de tocarla, de apoderarse de ella, pero solo experimentaba la sensación de que estaba envejeciendo día tras día. 

Se olvidaba de que Dios le había dicho: «Al tiempo señalado volveré a ti». Hay un tiempo señalado por Dios, para todo. No es nuestro tiempo. Es el tiempo de Dios. La promesa de que Abraham y Sara tendrían un hijo estaba en pie. Dios no se olvida de sus promesas. Pero él conoce el mejor tiempo para su cumplimiento. Nosotros no. Abraham no. Somos tan impacientes que a veces tenemos que pagar el precio de nuestra prisa, que es el fracaso.

Sin embargo, ni siquiera el fracaso humano es el fin de los sueños, solo un paso más en dirección de la promesa. Abraham, el padre de la fe, caminó un largo sendero para aprender a confiar. La fe no se desarrolla solo cuando las cosas salen como uno desea. En el aparente silencio de Dios, cuando da la impresión de que se olvidó de sus promesas, es ahí donde la fe se va ejercitando y creciendo hasta transformarse en un estilo de vida.

El ángel le preguntó al patriarca: «¿Acaso hay alguna cosa difícil para Dios?». Desde el punto de vista humano, una mujer de noventa años no sería capaz de concebir. Pero la imposibilidad humana es la oportunidad divina. 

¿Acaso Jesús no resucitó a los muertos, no hizo andar a paralíticos, no curó a leprosos y abrió los ojos de los ciegos? ¿Qué puede haber en tu vida que él no sea capaz de hacer? Necesitas ser paciente, pues «al tiempo señalado» él volverá a ti, y entonces verás el milagro divino. 

En Acción

Descansando en el amor de Dios, él te dará los anhelos de tu corazón que mejor responden a tus necesidades reales. Él ya lo tiene todo previsto. No hay nada difícil para él a la hora de hacerte feliz.