3 de mayo | TODOS
«Porque si callas absolutamente en este tiempo, respiro y liberación vendrá de alguna otra parte para los judíos; pero tú y la casa de tu padre pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora has llegado al reino?» (Est. 4: 14).
Nada en la vida de los hijos de Dios sucede por azar. Ester había llegado al reino imprevistamente. No era mera coincidencia. El plan divino se desarrollaba en su vida. Sin embargo, a pesar de que Dios había sido bueno con Ester, los enemigos deseaban destruir a su pueblo. Siempre ha sido así a lo largo de la historia. Atrévete a ser fiel a los principios divinos y verás que toda la furia del enemigo vendrá sobre ti.
En el caso de Israel, el diablo estaba usando a Amán para perseguir a Mardoqueo y su pueblo. El plan estratégico de destrucción estaba elaborado, pero Mardoqueo solicitó la ayuda de la reina Ester. En su diálogo con ella dejó claras tres cosas. Primero, su confianza estaba en Dios y no en ella. Él sabía que Dios no los abandonaría, aunque la reina se negara a hacerlo. Por eso le dijo a Ester que, aunque ella callara, Dios se las apañaría para ayudar a su pueblo.
En segundo lugar, Mardoqueo le recordó a la reina que, aun cuando la seguridad del pueblo dependía de Dios, ella debía ser fiel al Señor por su propia seguridad y salvación. No era solamente un gesto de altruismo con los otros, sino de cuidar de su propia integridad personal y espiritual. Dicho de otro modo: ya que dudas si hacerlo por los demás, hazlo al menos por ti.
Pero el Señor había permitido que Ester llegara al reino con un propósito. Este principio también se aplica a nosotros hoy. Dios permite que lleguemos a ciertas posiciones en la vida con una intención. Y necesitamos sabiduría para encontrar esa razón y cumplirla.
En Acción
¿Te planteas buscar un lugar mejor para servir a Dios? Piénsalo bien. Y mientras lo haces, sírvele allí donde estés. Todo lo que sea necesario hacer, hazlo de todo corazón confiando en que Dios hará lo que no puedes hacer tú. Canta “¿Quién sabe?” (si es posible, con tu familia).