14 de mayo | TODOS

Quién habitará en tu tabernáculo

«Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo? ¿Quién morará en tu monte santo? El que anda en integridad y hace justicia; el que habla verdad en su corazón» (Sal. 15: 1-2).

Silvio no se siente feliz. Se pregunta muchas veces qué le sucede, y no encuentra respuestas. Tiene valores cristianos. Los aprendió cuando era niño. Hoy, esos valores están presentes en su día a día. Es un buen ciudadano. No roba, no mata y paga honestamente sus impuestos. Pero tampoco ora, ni busca a Dios. Las pocas veces que Silvio quiso hablar con el Señor, lo sintió muy distante.

El versículo de hoy responde la pregunta de Silvio. Para tener un Dios real, es necesario andar con él en integridad, justicia y verdad. Integridad significa la dedicación completa de las facultades del ser a la busca de Dios. No puede existir división. O eres, o no eres. Ser a medias te hace sentir vacío, ausente, lejano. Incapaz de sentir la presencia de Dios.

El problema de una busca parcial o dividida es que corres una carrera sin fin. No encuentras, te frustras, te desanimas y pierdes la fe. Pasas a dudar y cuando la duda es corrosiva y se apodera de tu corazón eres una nube que vaga sin rumbo y sin dirección.

A lo largo de mi vida he encontrado muchos Silvios. Personas maravillosas que no entienden el vacío del su corazón. Luchan para encontrar al Señor, pero tienen la impresión de que Dios se esconde de ellos. ¿Deseas vivir en la presencia de Dios? ¿Anhelas sentirlo a tu lado? Búscalo con integridad, justicia y verdad.

Él te ama y te llama. Te busca de día y de noche. En la primavera y en el otoño. Cuando eres joven, o cuando el invierno de la vida cubre de nieve tus cabellos. Jamás se cansa de llamarte, porque para él eres lo más precioso en este mundo.

En Acción

Para experimentar la amistad de Dios, no dejes de escucharle y seguirle. Búscale en su Palabra y en la vida, muchas señales te lo mostrarán cada día. Pon en práctica sus enseñanzas, eso también te ayudará a conocerlo de manera experiencial. Canta “¿Quién habitará en tu tabernáculo” (si es posible, con tu familia).