9 de junio | TODOS
«¿A dónde me iré de tu espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiera a los cielos, allí estás tú; y si en el seol hiciera mi estrado, allí tú estás. Si tomara las alas del alba, y habitara en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano y me asirá tu diestra» (Sal. 139: 7-10).
Si alguna vez has soñado con ir al espacio, tu sueño se puede volver realidad por unos cuantos millones de dólares. La Agencia Espacial Rusa ofrece este servicio hacia la Estación Espacial Internacional por unos cuantos millones, a bordo de la nave Soyuz. Pero apresúrate. Al parecer hay reservas hasta un año por anticipado. Sin embargo, si deseas ir allá para esconderte de Dios, ¡olvídate! Su Espíritu te seguirá y te perseguirá hasta encontrarte.
¿Te preguntaste ya por qué los malhechores escogen la noche para cometer sus fechorías? ¿Por qué los lugares de pecado abren sus puertas durante las horas oscuras? Existe en el subconsciente del ser humano la idea de que las sombras pueden ocultarlo, ¡y acaso pueda! Pero de los otros seres humanos, no de Dios. El versículo de hoy afirma que para Dios «la noche resplandece como el día». Para él no existe noche, ni oscuridad, ni sombras. Dios es la propia luz. Su mundo es transparente, iluminado y limpio.
La oscuridad no te esconde de nada, te envuelve con su sábana negra para asfixiarte en la prisión de tu culpa. Te sofoca, te enloquece, te hace perder la noción del orden. Crea fantasmas imaginarios. Tus propios fantoches. Aquellos nacidos en tu vida de penumbras.
Dios quiere que vivas en la luz de su presencia. Por eso te llama, te sigue, y quiebra el poder de las tinieblas. No hay distancia capaz de esconderte, ni tinieblas que impidan que te vea y te cuide.
En Acción
Dios no está a tu lado para vigilarte ni para acusarte, está a tu lado esperando y llamando… ¿Deseas abrirle hoy el corazón a Jesús? Hoy es el día de buena nueva, hoy es el día de salvación. Canta “¡Examíname, oh Dios!” (si es posible, con tu familia).