3 de agosto | TODOS
«Habló Daniel y dijo: “Sea bendito el nombre de Dios de siglos en siglos, porque suyos son el poder y la sabiduría. Él muda los tiempos y las edades, quita reyes y pone reyes; da la sabiduría a los sabios y la ciencia a los entendidos”» (Dan. 2: 20-21).
Qué luz divina emana del cielo cuando Daniel se arrodilla y derrama su alma ante el Altísimo. El profeta es un simple mortal y tiene conciencia de su humanidad. No es mejor que sus hermanos, no se considera superior, ni más justo, ni más santo. Necesita sabiduría para revelar el sueño del rey y se arrodilla ante el Dios que todo lo sabe. Solo el Señor es capaz de atender su clamor porque, como acabamos de leer, «suyos son el poder y la sabiduría».
La oración de Daniel resulta hoy más actual y relevante que nunca. Líderes y liderados necesitan entender que nadie llega al poder porque realice una brillante campaña electoral, sino porque Dios es el que quita reyes y pone reyes, y en su infinita sabiduría permite que el ser humano administre temporalmente los destinos de la gente.
Pero el Señor jamás pierde el control. Él es soberano y eterno. Nadie sube al poder contra su voluntad. Dios permite, o soporta, la decisión de los seres humanos. No se engañe la pobre criatura creyendo que el poder le pertenece. La historia universal es solo el desarrollo y cumplimiento de los planes divinos revelados en la palabra profética.
El rey Nabucodonosor todavía no conocía a Daniel, ni imaginaba quién sería aquel joven hebreo, y sin embargo el Señor ya había revelado el sueño a su siervo. A lo largo de la historia, siempre ha existido un pequeño remanente, consciente de lo que hay detrás de los conflictos sociales y políticos. La revelación profética es clara. La historia del mundo ha sido revelada en las Sagradas Escrituras y es deber del ser humano conocerla.
En Acción
Hoy puedes dedicar un tiempo a estudiar las profecías que anuncian el fin de este mundo. Cuando lo hagas, no olvides buscar a Cristo en ellas. A él apunta toda la Escritura. Canta “Sea bendito” (si es posible, con tu familia).