22 de enero | TODOS

¿Por qué instituyó Dios la pascua?

«La sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; veré la sangre y pasaré de largo ante vosotros, y no habrá entre vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto» (Éxo. 12: 13).

A las nueve de la noche, el niño no podía dormir. Se levantó de la cama y preguntó a su padre: «¿Untaste el dintel de la puerta con la sangre del cordero?». Tras recibir la respuesta afirmativa, el niño regresó a la cama, pero no lograba conciliar el sueño. Se levantó de nuevo. Faltaba solo una hora para la medianoche. «Papa, ¿estás seguro de que untaste el dintel de la puerta con la sangre del cordero?».

Esta vez el padre tomó a su primogénito de la mano y lo llevó afuera. El jovencito comprobó que el dintel de la puerta estaba manchado con la sangre del cordero, y fue a dormir tranquilo. Como relata el versículo de hoy, el Señor había dicho que la sangre les serviría como señal. El niño creyó en la promesa divina y durmió tranquilo.

A medianoche, la muerte visitó el hogar de los egipcios y segó la vida de los primogénitos. Los primogénitos de Israel fueron librados gracias a la mancha de sangre en el dintel de la puerta. Esa sangre era símbolo de la sangre maravillosa de Cristo, que sería derramada un día en la cruz del Calvario. La lección es que cuando llegue el día final de encontrarnos con Dios, solo obtendrán la vida plena quienes hayan aceptado el sacrificio de Cristo en su favor.

Israel no debía olvidar nunca que había sido libertado por gracia y no por méritos. Nada habían hecho los israelitas, aquella noche, para librar a sus primogénitos salvo creer en la promesa divina. Desde entonces, Israel debía conmemorar año tras año aquella liberación milagrosa celebrando la Pascua. Había sido un episodio histórico. Para nosotros, hoy, la liberación de Israel es símbolo de nuestra liberación de la esclavitud del pecado.

En Acción

Recuerda las promesas de la Biblia que más te gustan. Piensa por ejemplo en tres. Medita en ellas y da gracias a Dios, pues él siempre cumple lo que promete.