¡Prepárate!

“Por eso, Israel, haré lo mismo contigo; y porque te he de hacer esto, prepárate, Israel, para venir al encuentro de tu Dios. Ciertamente el que forma los montes
y crea el viento, el que anuncia al hombre su pensamiento, hace de las tinieblas mañana y pasa sobre las alturas de la tierra: Jehová, Dios de los ejércitos, es su nombre.
(Amós 4:12-13)

Dios habla a su pueblo. Nunca deja de comunicarse con sus hijos. Los ama y desea verlos salvos, viviendo eternamente con Él. Por eso desafía, invita y llama. No solo en el libro de Amós sino a lo largo de la Biblia.

En las palabras de este versículo se dirige a sus hijos amados de todos los tiempos. Te habla a ti y a mí. Dice Él: “Prepárate para venir al encuentro de tu Dios”. En primer lugar estas palabras son un desafío a los enemigos de Dios. Si no aceptas la gracia divina y crees que puedes jugar con Dios porque según tu opinión, Él no pasa de un concepto bien elaborado, prepárate. ¿Por qué? Porque sería insensatez atreverte a luchar con el Señor sin la debida preparación. Jacob se atrevió a hacerlo y salió cojeando a las orillas del río Jaboc. Otros, fueron fulminados solo con el resplandor de su presencia. Así que, acepta la gracia redentora hoy y prepárate para venir a su encuentro.

Sin embargo, estas palabras también registran la más tierna y dulce invitación. Dios anhela una experiencia de amor y compañerismo diario con sus hijos, pero desde que el pecado entró a este mundo el ser humanos ha preferido esconderse entre los árboles de su conceptos y preconceptos, de sus traumas y complejos. Ha preferido coser ropas frágiles y ridículas con hojas de higuera, que correr a los brazos del Padre amado.

Finalmente estas palabras contienen un llamado. La Biblia es categórica al afirmar que un día todos tendremos que arreglar las cuentas con el Señor. No es hora de jugar con la gracia divina. Dios te llama. ¡Prepárate para venir al encuentro de tu Dios!