17 agosto | TODOS
“Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él confían.” (Nahum 1:7)
¿Alguna vez ha subido a tu mente la idea de que es necesario andar en los caminos de Dios porque de otro modo te atendrás a las consecuencias en el día su ira? El profeta Nahum describe a Dios, en este capítulo, de un modo asustador: “Jehová es Dios celoso y vengador; Jehová es vengador y está lleno de indignación; se venga de sus adversarios y se enoja con sus enemigos”, dice el versículo 2.
Sin embargo, entretejido entre los términos vengador, ira, enojo, poder tempestad, torbellino, amenaza, temblor y otros, encontramos esta descripción maravillosa del carácter del Señor: “Dios es bondad”. “No dice que Dios tiene bondad”, sino que es bondad. La bondad de su ser nace de su amor. Dios es amor. Donde Él está presente están también presentes su amor y su bondad.
El problema es que sus enemigos, aquellos que se apartan de Él y viven como si el Señor no existiera, no pueden ver su amor por causa de su rebeldía. El aspecto bondadoso de Dios solo puede ser visto y vivido por “los que confían en Él”. Para estos, Dios es “fortaleza en el día de angustia”. Hay que destacar que el “día de angustia”, no es una utopía, ni siguiera fruto de la imaginación de las personas débiles. Es una realidad presente en la vida de los hijos de Dios. Él nunca prometió que si le entregases tu corazón tu camino sería un remanso de aguas calmas. Mientras vivas en este mundo de pecado, la angustia será parte de la experiencia humana, pero tu estarás seguro porque para ti, Dios será tu fortaleza.
Pero este versículo no solo garantiza seguridad para los que confían en el Señor sino que afirma que “Dios conoce a los que confían en Él”. El Señor conoce tus lágrimas y oraciones, tus deseos y frustraciones. Conoce tus aspiraciones, suspiros y gemidos. Tú nunca estás solo. ¿Deseas confiar en Él?