6 de septiembre | TODOS

Jesús resume los mandamientos

«Jesús le dijo: “Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente”. Este es el primero y grande mandamiento. Y el segundo es semejante: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. De estos dos mandamientos dependen toda la Ley y los Profetas”» (Mat. 22: 37-40).

El Señor Jesús, en el diálogo que tuvo con los fariseos, resumió los Diez Mandamientos en dos, centrados en el amor. El amor es el fundamento de la ley. Desde la perspectiva del amor, la ley de Dios se resume en dos mandamientos. Amar a Dios y amar al prójimo. Los cuatro primeros nos enseñan a amar a Dios y los seis últimos expresan nuestro amor al prójimo. Es necesario entender que la base y el fundamento de la ley de Dios es el amor. De otro modo, tu experiencia cristiana no será más que un fardo de obligaciones.

Un caso típico de alguien que no entendía este asunto es el joven rico. Él pensaba que guardaba los mandamientos y, desde el punto de vista externo, tal vez los guardase, pero no amaba a Jesús. Por eso, cuando el Maestro le dijo que vendiese lo que tenía y lo siguiera, el joven se fue y nunca más volvió. En su corazón estaba el dinero y no Cristo.

La observancia de los mandamientos solo tiene valor cuando es resultado del amor por Jesús. La obediencia por la simple obediencia puede tener valor moral pero no espiritual. La buena conducta, para Dios, solo es importante cuando es fruto del amor. Por eso Dios advierte: «Hijo mío, dame hoy tu corazón y que tus ojos se fijen en mis caminos» (Prov. 23: 26).

Primero tu corazón, después tu obediencia. No inviertas el orden. Ahora bien, para llegar a esta experiencia, a veces es necesario sufrir, fracasar, vivir aprendiendo, cayendo y levantándose, avanzando en el camino a pesar de las dificultades y de los fracasos, hasta llegar a la comprensión y a la experiencia plena del evangelio.

En Acción

¿Le has entregado ya todo tu corazón a Jesús? Si lo has hecho, anda entonces en sus caminos y el amor será el motor de tu vida. Canta “Dos mandamientos” (si es posible, con tu familia).