27 de enero | TODOS

Los Diez Mandamientos

«Habló Dios todas estas palabras: “Yo soy Jehová, tu Dios, que te saqué de la tierra de Egipto, de casa de servidumbre”» (Éxo. 20: 1).

La madrugada era fría. El hombre que Dios llamara un día para liberar a su pueblo de la esclavitud de Egipto subía solo la escarpada montaña hasta llegar a la cima. Allí, entre nubes de humo, estruendo y relámpagos, Dios entregó a Moisés los diez principios eternos de su santa ley, escritos en tablas de piedra con su propio dedo.

Dios es amor y se complace en proteger a sus hijos. Nadie mejor que los padres para entender el significado de la palabra ‘protección’. A menudo puedes ver a los progenitores pendientes de sus hijos pequeños, que corren de un lado a otro sin importarles el peligro que los acecha. Se dirigen a la orilla del abismo, en dirección a la carretera, o al borde de la azotea de un edificio de veinte pisos. Para ellos no hay peligro, no tienen consciencia del riesgo.

Entonces los padres, para ayudar a los hijos a los que aman, establecen un pacto: «Hijo, aquí no se puede», «Por ahí es peligroso», «Solo puedes jugar en este terreno», «No cruces la calle sin mirar a ambos lados». Lo mismo ocurre entre Dios y los seres humanos. Llevados por nuestros instintos, solo corremos en dirección al abismo de la vida; pero Dios, que nos ama, estableció su ley para mostrarnos el camino seguro y evitarnos dolores y sufrimientos. 

Los mandamientos de Dios consisten en instrucciones de amor para nuestra protección. No son requisitos para alcanzar la salvación. Por esta razón, antes de escribir los eternos principios de su ley en tablas de piedra, Dios recordó a su pueblo que él era quien los había rescatado de la esclavitud. Ya estás salvo. Solo por gracia. Pero, ahora que estás salvo, vive como una persona salva y anda en sus caminos.

En Acción

¿Te sabes los Diez Mandamientos? Está muy bien que así sea. Sin embargo, mejor es aún que broten sus principios de tu corazón, como fruto del Espíritu que quiere morar en ti. Canta “Los diez mandamientos” (si es posible, con tu familia).