30 de septiembre | TODOS
«Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: “Si vosotros permanecéis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”» (Juan 8: 31-32).
Antes de retornar al Padre, y aún con sus discípulos, Jesús oró por ellos diciendo: «Santifícalos en la verdad, tu palabra es la verdad» (Juan 17: 17). Esta oración confirmaba un estilo de vida que les había enseñado anteriormente, el cual se muestra en el versículo de hoy.
De acuerdo con esta declaración, los verdaderos discípulos de Jesús permanecen en sus enseñanzas. No las recuerdan esporádicamente, sino que hacen de ellas parte de su experiencia diaria. Son una realidad constante. El propósito de esta permanencia es vivir en la verdad y ser libre. El Maestro relacionó en más de una ocasión la verdad con su Palabra.
La verdad no es abstracta ni relativa. Si fuese relativa, existirían muchas verdades. Cada uno podría tener su propia verdad y entonces dejaría de ser permanente para volverse un desfile sucesivo de ideas particulares. Pero desde el punto de vista de Jesús, la verdad es un valor absoluto, fundamentado en la Palabra de un Dios absoluto y eterno. Y centrada en Cristo.
«La verdad aparta al hombre de sus pecados, de sus tendencias heredadas y cultivadas hacia el mal. El alma que aprecia el amor de Cristo es colmada de libertad, luz y gozo» (Elena G. White, Reflejemos a Jesús, pág. 106).
Dios es el Dios de la verdad. En él no hay penumbra pasajera, ni sombra de variación. Es la luz que alumbra a todo el mundo pero ilumina solo a los que la aceptan. La verdad es como el agua cristalina de un manantial de amor que llega a la tierra lavando el alma humana y purificando sus intenciones. Llega trayendo la libertad de escoger a quién servir, para no continuar esclavizado por los preconceptos y las falsas verdades que se arrastran como serpientes venenosas intentando destruir y matar.
En Acción
¿Estás dispuesto a ser verdaderamente libre? El camino es conocer a Jesús, la Verdad (ver Juan 14: 6) y permanecer en él todo el tiempo. Canta “La verdad os hará libres” (si es posible, con tu familia).