14 de octubre | TODOS

Jesús te liberta para que cumplas una misión

«Entonces Pedro, volviendo en sí, dijo: “Ahora entiendo verdaderamente que el Señor ha enviado su ángel y me ha librado de la mano de Herodes y de todo lo que el pueblo de los judíos esperaba”» (Hech. 12: 11).

¿Por qué permite Dios que sus hijos sufran? Pedro estaba preso y creía que no podría continuar cumpliendo su misión, pero estaba engañado, porque un ángel apareció esa misma noche y lo libertó. Este relato describe un periodo de persecución promovido por el rey Herodes Agripa contra los cristianos. La sangre de los mártires impregnó el suelo de la historia y así germinó la semilla del evangelio. Es un hecho que, con la persecución, la iglesia creció y la Palabra de Dios se esparció por el mundo conocido de aquellos días.

Mientras Pedro estaba preso, la iglesia se encontraba reunida en la casa de la madre de Juan Marcos. Era un grupo de hombres y mujeres temerosos de la furia del emperador. Hasta aquel momento, la persecución contra la iglesia había sido promovida mayormente por los líderes religiosos, y especialmente por los saduceos. Pero entonces la persecución pasó a la esfera del gobierno. Quizá Herodes hizo esto para ganarse el favor de personas y sectores influyentes. Lo que sabemos a ciencia cierta es que Herodes Agripa desencadenó una campaña brutal y despiadada

contra los cristianos.
En aquellos días también prendieron a Jacobo, pero Dios no lo liberó y fue muerto. Muchos se preguntan por qué Dios permitió que Jacobo muriera, mientras Pedro permaneció vivo. Sin duda alguna, el Señor tenía una misión especial para Pedro. Los planes divinos son inescrutables, su comprensión supera a la mente humana finita. Solo nos resta confiar en que «Dios no guía jamás a sus hijos de otro modo que el que ellos mismos escogerían, si pudieran ver el fin desde el principio» (Elena G. White, El colportor evangélico, pág. 196). 

El Señor tenía una misión especial para Pedro y él dedicó su vida al cumplimiento de esa misión.

En Acción

Como Pedro, también tú tienes una misión asignada por Dios. En tu relación con él, descubrirás los detalles de la misma. ¿Estás listo para cumplirla? ¡Ve sin miedo porque el ángel del Señor te acompañará!