10 de diciembre | TODOS
«Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. Resistidlo firmes en la fe, sabiendo que los mismos padecimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo» (1 Ped. 5: 7- 9).
Mientras vivas en este mundo aparecerá el diablo como león rugiente, todos los días, trayendo dolor a tu corazón y horadando tu confianza en Dios. Vendrán también enemigos gratuitos, como instrumentos satánicos a fin de hacerte sufrir y desanimarte. Los encontrarás en el vecindario, en el lugar de trabajo y hasta en medio de la familia. Esos enemigos pueden ser también circunstancias difíciles como una enfermedad o un quebranto económico.
El consejo divino de hoy es que, lejos de agobiarnos, pongamos nuestras preocupaciones en sus manos. El enemigo nada podrá hacerte si depositas tu ansiedad en Dios. Deja que él se encargue de tus problemas. Sal a la lucha pero no temas al enemigo, míralo de frente, a los ojos, no huyas, no corras ni retrocedas. ¡Dios está contigo!
Decirte que no hay amenazas ni peligros, o que no existen dificultades y desafíos, sería negar la realidad. Claro que los hay. Siempre los hubo y los seguirá habiendo, pero, si recuerdas que a tu lado está el Señor, enfrentarás la batalla con la certidumbre de que tu enemigo es un enemigo vencido. Haga lo que quiera contra ti, no pasa de paja seca que se lleva el viento.
Este mundo es cruel. Más crueles son los seres humanos cuando quieren hacerte sentir insignificante. Pero Dios es más fuerte que todo el mundo junto.
En Acción
Si te cuesta dormirte, si luego te cuesta levantarte, si te abruman los obstáculos que encuentras en la vida, si te pesan culpas no resueltas, ¡vuelca todas esas cargas en Jesús! Recuerda, él quiere que seas feliz. Y que así testifiques al mundo de él.