27 de febrero | TODOS

La vida y muerte de Moisés

«Allí murió Moisés, siervo de Jehová, en la tierra de Moab, conforme al dicho de Jehová. Y lo enterró en el valle, en la tierra de Moab, enfrente de Bet-peor, y ninguno conoce el lugar de su sepultura hasta hoy» (Deut. 34: 5-6).

Al cavar la tierra de sus recuerdos, le pareció a Moisés oír las palabras de su madre diciéndole que él había nacido con un propósito divino. Al volver la memoria al pasado, le pareció revivir su primer encuentro con Dios en el desierto. En aquella ocasión, el Señor le dijo: «Ven, por tanto, ahora, y te enviaré al faraón para que saques de Egipto a mi pueblo, a los hijos de Israel» (Éxo. 3: 10).

Moisés fue y desde aquel día su vida se tornó como una alfombra salpicada de dolor, alegría, luchas y frustración; pero nunca desesperó del todo. Amó a su pueblo, y en ocasiones intercedió por él aun, si era necesario, a costa de su propia vida. El relato bíblico dice que «nunca más se levantó un profeta en Israel como Moisés, a quien Jehová conoció cara a cara» (Deut. 34: 10).

Le llegó la hora de morir. En esta vida todos morimos, más tarde o más temprano. Y el mejor momento de descansar es cuando Dios, en su infinita misericordia, permite que descansemos. Moisés murió en el monte Nebo. Su sueño había sido entrar en la tierra prometida, conduciendo al pueblo de Dios, pero no se realizó de la manera que él imaginaba. Él soñaba entrar a Canaán, distribuir la tierra entre los hijos de su pueblo y envejecer sentado en una mecedora, contemplando, feliz, a su pueblo.

Sin embargo, Dios tenía otro sueño para él. Mucho mejor y más grande. Moisés murió, pero resucitó inmediatamente (ver Jud. 1: 9; Mat. 17: 1-3); y cuando Israel entró en la tierra, Moisés, ya resucitado, quizá pudo contemplar a su pueblo, no desde una mecedora, achacoso y envejecido, sino desde los cielos, ya disfrutando de vida eterna.

Los sueños de Dios siempre son mejores y más grandes que los nuestros. ¡Nunca lo olvides!

En Acción

Acepta hoy los planes que Dios tiene para tu vida, incluso si no los conoces con todo detalle.