2 de marzo | TODOS

El milagro del paso del Jordán

«Y cuando las plantas de los pies de los sacerdotes que llevan el arca de Jehová, Señor de toda la tierra, se mojen en las aguas del Jordán, las aguas del Jordán se dividirán, porque las aguas que vienen de arriba se detendrán formando un muro» (Jos. 3: 13).

Los milagros no se explican. ¡Se aceptan! El paso del Jordán es el segundo milagro divino en el cual las aguas se dividieron. El primero fue cuando Israel salió de Egipto y llegó al mar Rojo, y el segundo cuando el pueblo alcanzó las fronteras de la tierra prometida. La salida de la esclavitud y la entrada en la tierra de los sueños fueron actos de gracia. No hubo iniciativa humana. El pueblo solo avanzó por fe.

Los sacerdotes llevaban el arca, que representaba la presencia de Dios, y cuando la planta de sus pies pisó el agua, sucedió lo imposible. Las aguas del Jordán, que venían de arriba, se detuvieron formando un muro y permitieron que el pueblo pasase al otro lado del río. 

Los milagros solo suceden cuando Dios va adelante, conduciendo la vida de sus hijos. Aquella escena fue un hecho deslumbrante y se quedaría grabada para siempre en la vida de los israelitas y del pueblo de Dios a lo largo de la historia.

¿Cuál es el río Jordán que te asusta? ¿Qué desafío tienes delante de ti? Los hijos de Dios no tenemos por qué temer. Caminamos por el desierto de este mundo, es verdad. Cuántas veces estamos a punto de alcanzar nuestros sueños y repentinamente surgen las aguas embravecidas de los jordanes de esta vida, dándonos la impresión de que el sueño terminó en ese punto.

Pero eso no tiene por qué ser así para ti. ¡Confía en Dios! Permite que tu Señor vaya adelante, mete los pies en las aguas del río, y prepárate para los grandes milagros de victoria que el Señor está dispuesto a producir en ti y a través de ti.

En Acción

Cuando vivas una situación que te resulta odiosa, no olvides que pasará. Y que todo terminará bien. Confía en Dios ante el problema o desafío que tienes que enfrentar. Y entonces, ¡enfréntalo!