12 abril | Niños

El libro perdido

«He hallado el libro de la Ley en la casa de Jehová» 2 Reyes 22: 8

Josías se convirtió en rey de Judá cuando solo tenía ocho años. Desde muy pequeño, amó a Dios con todo su corazón.

Casi veinte años después de convertirse en rey, Josías le pidió al sacerdote Hilcías que le diera dinero para renovar la casa de Dios, que estaba muy vieja y dañada. Se compró madera y piedras, Jilquías encontró carpinteros y albañiles, y comenzaron las obras.

Un día, durante la renovación, Jilquías encontró un libro y se entusiasmó. ¡Era el libro de la Ley! Durante el reinado de los reyes anteriores, este libro había sido despreciado y se había perdido. No les preocupaba obedecer a Dios.

Pronto el libro llegó a manos del rey, y cuando vio lo que contenía (bendiciones si la gente era obediente, y maldiciones si eran desobedientes) se desesperó.

Promovió una reforma espiritual en el reino y Dios los bendijo.

En acción

Tienes un libro de la Ley, una Biblia, ¿en casa? Pídele a tu mamá que lea un mandamiento de Éxodo 20.