17 abril | Niños

La elección de un castigo

«Prefiero caer en la mano de Jehová» 1 Crónicas 21: 13

Tras la rebelión de su hijo Absalón, el rey David regresó a Jerusalén. Pero cometió un error: dejó de confiar en Dios.

Había una costumbre entre las naciones, y esto sucede en los países todavía hoy, que consiste en contar la población. Es el censo. David pidió a Joab, su comandante, que hiciera el recuento.

Pero Dios ya le había asegurado a David que él era quien daba las victorias al pueblo. Y ahora a David le interesaba saber cuántos hombres de guerra había en el reino, para sentirse más seguro a la hora de organizar su ejército.

Joab contó 1.570.000 hombres de guerra. Pero a Dios no le gustó este acto de David y le dijo que, por su desconfianza, tenía que elegir entre tres castigos. Y el castigo llegó. David se arrepintió mucho y reconoció su falta de fe.

En acción

Ora con tu papá y tu mamá, pidiéndole a Dios que te ayude a confiar en Dios todos los días.