29 abril | Niños

Un hombre llamado Esdras

«La mano de nuestro Dios está, para bien, sobre todos los que lo buscan» Esdras 8: 22

Esdras trabajaba en el palacio del rey persa Artajerjes. Era secretario: escribía sobre todo lo que sucedía en el reino. Este rey también autorizó a un grupo a ir a Jerusalén. Esdras era el líder del grupo.

Cuando Esdras estaba planeando su viaje, el templo ya había sido reconstruido. Reunió muchos objetos preciosos para llevarlos a Jerusalén y buscó hombres de la tribu de Leví para que sirvieran en el templo.

Pero antes del viaje, Esdras invitó a todos los judíos a ayunar, pidiendo a Dios que los protegiera en el viaje. Tuvo vergüenza de pedir al rey una escolta de soldados que los acompañara.

Dios respondió a la oración de Esdras y su grupo, y llegaron sanos y salvos a Jerusalén.

En acción

¿Le has pedido ya hoy a Jesús que te proteja a ti y a tu familia? Si no lo has hecho, hazlo ahora.