4 mayo | Niños
«Pues Mardoqueo, el judío, fue el segundo del rey Asuero, grande entre los judíos y estimado por la multitud de sus hermanos» Ester 10: 3.
Mardoqueo, primo de Ester, era un hombre muy bueno. Ester lo respetaba como si fuera su padre.
Era honesto y veraz. Un día se enteró de que dos hombres planeaban matar al rey. Envió un mensaje a palacio y, gracias a él, el rey no murió.
Amán, el hombre malo que quería destruir a los judíos, era un importante representante del rey. Pero era un mentiroso y un hombre malo. Después de su muerte, ¿quién sería la persona de confianza para ocupar su lugar?
El rey eligió a Mardoqueo, y este se convirtió en el segundo del reino, por debajo del rey.
Pasó de ser un simple forastero y extranjero, ¡a ser de gran importancia en Persia! ¿Sabes por qué sucedió esto? Porque obedecía a Dios y tenía el respeto de todos.
En acción
¿Qué quieres ser cuando crezcas? Ruega a Dios para que puedas ser sincero, fiel y honesto como Mardoqueo.