16 enero | Niños
«Se dijeron el uno al otro: —¡Ahí viene el soñador!» Génesis 37: 19
Jacob tenía doce hijos, pero José, uno de ellos, era su favorito. Aunque todos los hijos deberían ser igualmente queridos por sus padres, Jacob mostró una preferencia especial por José, algo que no es ideal. Para demostrar su afecto, Jacob le regaló a José una hermosa túnica de muchos colores, un gesto que provocó celos y resentimiento en sus hermanos.
José tuvo dos sueños significativos: en el primero, doce espigas de trigo se inclinaban ante una espiga central; en el segundo, el sol, la luna y once estrellas se inclinaban ante él. Estos sueños, simbolizando la preeminencia de José sobre su familia, solo intensificaron el enojo de sus hermanos, quienes creyeron que José buscaba dominarlos.
Cuando Jacob envió a José a verificar cómo estaban sus hermanos y el rebaño, ellos vieron la oportunidad de librarse de él. Lo llamaron despectivamente "el soñador" y tomaron la drástica decisión de venderlo a unos comerciantes que pasaban, llevándolo lejos a Egipto. Después, engañaron a su padre diciéndole que un animal salvaje había matado a José. La noticia desconsoló a Jacob, quien lloró amargamente por la pérdida de su hijo.
En acción
Si tienes hermanos, tómate un momento para orar juntos, pidiendo que siempre mantengan una buena relación y sean amigos leales el uno al otro, superando cualquier dificultad con amor y comprensión.