17 junio | Niños
«El corazón alegre es una buena medicina, pero el espíritu triste seca los huesos» Proverbios 17: 22.
Cuando no te sientes bien, tal vez tienes fiebre o un dolor que no te deja tranquilo, ¿qué hace tu mamá? Seguro busca una solución, ya sea una sopa caliente, una medicina de la farmacia o un abrazo reconfortante, ¿verdad? Estas cosas, de alguna manera mágica, ayudan a que te sientas mejor.
Pero ¿sabías que tus emociones también tienen un efecto poderoso en cómo te sientes físicamente? Así es, la alegría y las sonrisas pueden actuar como una especie de supermedicina en tu cuerpo, ayudándote a mantenerte fuerte y saludable. Por otro lado, estar triste o preocupado por mucho tiempo puede hacer que te sientas mal físicamente.
Salomón, uno de los reyes más sabios que jamás haya vivido, lo explicó de una forma muy simple: un corazón contento y feliz es como una medicina que nos hace bien, mientras que un corazón triste puede hacernos sentir enfermos.
En acción
¿Por qué no dibujas dos caras, una feliz y otra triste, para recordar las palabras de Salomón? Luego, ora con estas palabras: «Querido Jesús, ayúdame a llenar mi corazón de alegría para que siempre esté sano. Amén».