28 junio | Niños

Una promesa maravillosa

«Porque un niño nos ha nacido, hijo nos ha sido dado, y el principado sobre su hombro. Se llamará su nombre “Admirable consejero”, “Dios fuerte”, “Padre eterno”, “Príncipe de paz”» Isaías 9: 6

¿Recuerdas lo que sucedió en el Edén? Adán y Eva habían sido creados para vivir eternamente. Pero desobedecieron a Dios y ya no podrían vivir para siempre. Entonces Dios les prometió que enviaría a su Hijo para que muriera en su lugar.

Pasaron muchos años. A causa del pecado de Adán, el mundo era cada vez más oscuro. Mucha gente no conocía a Dios, y aquellos que lo conocían ya no se interesaban en él. Muchos padres y madres ya no les contaban a sus hijos la historia de Adán y Eva y lo que Dios había prometido.

Así que Dios envió a Isaías para que contara esta historia al pueblo y él comenzó a contarla diciendo: «¡Habitantes, va a nacer un niño! Será rey, será Dios y traerá la paz al mundo. ¡Será un ser maravilloso!» Mucha gente se alegró al oír esta estupenda promesa, pero a otros no les importó. ¡Qué pena!

En acción

Ayer oraste para hablarle a alguien de Jesús. Vuelve a orar hoy pidiendo lo mismo.