18 enero | Niños
«Y dijo José a sus hermanos: —Yo soy José. ¿Vive aún mi padre? Sus hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él» Génesis 45: 3
Convertido en gobernador de Egipto, José lucía ropas majestuosas y era honrado por todos. Durante los siete años de abundancia que siguieron, siguiendo la guía divina, José ordenó la construcción de vastos almacenes para recolectar y guardar alimentos en preparación para los años venideros de escasez.
Cuando la hambruna azotó, no solo Egipto, sino también regiones vecinas como Canaán, sufrieron la falta de alimentos. De Canaán, un grupo de hombres viajó a Egipto en busca de sustento. Entre ellos se encontraban los hermanos de José, quienes llegaron al palacio, sin reconocer en el gobernador egipcio al hermano que años atrás habían vendido.
Al verlos, José se llenó de asombro, pero mantuvo su identidad en secreto. Sus hermanos, sin saber quién era realmente, se inclinaron ante él, cumpliendo así los sueños proféticos de José de su juventud. Ante esta escena, José se encontraba en una posición de poder, enfrentando la decisión de ayudar o no a los hermanos que lo habían traicionado.
En acción
Imagina y dibuja a José con sus vestimentas de gobernador, representando su ascenso a una posición de gran autoridad y respeto en Egipto.