2 julio | Niños
«Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí, un poquito allá» Isaías 28: 10
Cuando vas a la escuela los maestros te enseñan cómo estudiar la Biblia. Es bueno aprender, y los maestros saben cómo enseñar a los niños. Cada día te enseñan algo nuevo, poco a poco… Te enseñan canciones para ayudarte a memorizar las letras, y luego a juntarlas para formar palabras.
También aprenderás a leer y a escribir. Aprenderás a hacer cuentas, a sumar, restar, dividir y multiplicar. También aprenderás muchas otras cosas.
Imagínate que llegas el primer día de clase y el profesor quiere enseñarte todo abecedario de una vez. Te desanimarías, ¿verdad?
El profeta Isaías nos recuerda que el aprendizaje espiritual y el crecimiento personal son graduales: «mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea tras línea, un poquito aquí, un poquito allá». Esta paciencia en el aprendizaje nos permite construir un fundamento sólido de nuestra fe y comprensión de la Biblia.
En acción
Si disfrutas aprender sobre la Palabra de Dios, te animo a expresar tu amor y aprecio por las Escrituras a través del arte. Dibuja una Biblia, y alrededor de ella, puedes agregar palabras, versículos o imágenes que representen lo que has aprendido y cómo te ha impactado. Este ejercicio no solo es una forma creativa de reflexionar sobre tu camino espiritual, sino también una oportunidad para celebrar la belleza y la riqueza de la Palabra de Dios en tu vida.