7 julio | Niños
«Te daré los tesoros escondidos y los secretos muy guardados, para que sepas que
yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre» Isaías 45: 3.
Jugar a la búsqueda del tesoro es una aventura emocionante donde seguimos pistas para descubrir algo especial, como un juguete o algo que nos gusta mucho.
En la antigüedad, los reyes guardaban sus riquezas en lugares secretos y oscuros por miedo a los ladrones. Solo se utilizaban si era absolutamente necesario, y a menudo, estos tesoros quedaban olvidados hasta que algún valiente los descubría. Un ejemplo es Alejandro Magno, quien encontró muchos tesoros escondidos mientras conquistaba Persia.
Los tesoros de los reyes consistían en objetos valiosos como vasijas de oro y monedas. Sin embargo, Dios nos ofrece un tesoro aún más precioso: la vida eterna. Imagínate vivir para siempre en un mundo perfecto en compañía de Jesús y de todas las personas que amas. No hay nada más valioso, ¿verdad?
En acción
Pídele a tus padres que jueguen contigo a la búsqueda del tesoro.