17 julio | Niños

Un árbol junto a las aguas

«¡Bendito el hombre que confía en Jehová, cuya confianza está puesta en Jehová!, porque será como el árbol plantado junto a las aguas» Jeremías 17: 7-8

Me gusta mucho ver árboles. Hay muchos árboles impresionantes y hermosos, como los pinos que producen piñones, el cerezo que anuncia la llegada de la primavera en Japón, los árboles «trompeta» y sus hermosas y coloridas flores, el rosal del desierto; los árboles de caucho que, en algunos lugares, tienen sus troncos que se vuelven puentes para que la gente cruce los ríos.

Algunos árboles son muy anchos, como el ciprés mexicano. Otros son muy altos. Las secuoyas son conocidas por ser gigantes. Los árboles más altos y pesados del mundo pertenecen a su grupo. Algunas especies se han extinguido, pero se han encontrado sus fósiles. En la actualidad, el árbol más grande del mundo es una secuoya gigante del norte de California, en Estados Unidos. Es tan alto como un edificio de 40 plantas. Es altísimo, ¿no?

La Biblia dice que el que confía en el Señor es como un árbol plantado junto al río. Siempre tiene agua y crece muy alto. Cuando el sol está fuerte, no se seca, porque sus raíces absorben el agua del río. Sus hojas se vuelven verdes y produce frutos muy dulces.

En acción

Dibuja un bonito árbol con las raíces bebiendo agua del río. Pon tu nombre en el árbol y el nombre «Jesús» en el río. Ora pidiéndole a Jesús que seas como un árbol hermoso, siempre dependiendo de él.