18 julio | Niños

La rama

«Vienen días, dice Jehová, en que levantaré a David renuevo justo» Jeremías 23: 5.

¿Te gustan las aceitunas o el aceite de oliva? Las aceitunas son el fruto del olivo. En Israel hay muchos olivos, y algunos tienen cientos y cientos de años.

Una vez, visitando el Monte de los Olivos, donde Jesús iba a menudo y donde le gustaba orar, vi un olivo con un tronco muy viejo y podrido, de cuyo centro brotaba una rama hermosa y flamante, llena de vida.

Esta imagen es extraordinaria, porque nos remonta al pueblo de Israel, a quien Dios le había dicho que de la familia de David rebrotaría una rama: el Mesías, Jesús, el Salvador del mundo.

A pesar de que muchos descendientes de David se desviaron de los caminos de Dios, la promesa divina de que Jesús nacería de esta línea se mantuvo inalterable. Jesús es simbolizado como esa rama joven y llena de vida que emerge de un linaje con un pasado complicado. La promesa de Dios se cumplió con su nacimiento, demostrando una vez más que sus palabras son fieles y verdaderas.

En acción

Te invito a dibujar un olivo frondoso, adornado con aceitunas. Asegúrate de incluir también la rama especial. Recuerda que Jesús es simbolizado por esa rama, que trae esperanza y renovación.