23 julio | Niños

La invasión de Jerusalén

«E hizo lo malo ante los ojos de Jehová, conforme a todo lo que hizo Joacim» Jeremías 52: 2

Después de la historia de la caída de Jerusalén bajo el reinado de Sedequías, es importante recordar por qué sucedió esto. Sedequías, al igual que muchos antes que él, no escuchó las advertencias de Dios dadas a través de sus profetas. En lugar de seguir los mandatos divinos, optó por su propio camino, lo que llevó a consecuencias devastadoras para él, su familia y todo el pueblo de Judá. La ciudad fue sitiada, la gente sufrió de hambre, y al final, el rey perdió todo lo que tenía, incluida su libertad y la posibilidad de ver a sus hijos crecer.

Esto nos enseña una lección crucial: la importancia de escuchar y obedecer a Dios. A veces, puede ser tentador seguir nuestro propio camino, especialmente cuando no entendemos completamente los planes de Dios. Sin embargo, la historia de Sedequías nos muestra que alejarnos de Dios puede llevarnos a consecuencias que nunca hubiéramos imaginado.

¿Has pensado alguna vez en cómo tus decisiones pueden afectar tu vida y la de los demás a tu alrededor? ¿Cómo te aseguras de estar escuchando a Dios en tu vida diaria?

En acción

Reflexiona sobre un momento en el que tuviste que tomar una decisión importante. Dibuja dos caminos: uno que represente seguir tus deseos sin considerar a Dios y otro que represente buscar y seguir la dirección de Dios. Al lado, escribe cómo crees que cada elección podría haber afectado el resultado.