27 julio | Niños
«¿Acaso no son falsas sus visiones, y mentirosas sus adivinaciones, cuando dicen: “Lo afirma el Señor”, sin que yo haya hablado?» Ezequiel 13: 7, NVI
Dios ha regalado a cada uno dones y talentos únicos. ¿Sabías que, entre esos regalos especiales, a algunas personas les dio el don de la profecía? Un profeta es alguien que Dios escoge para recibir mensajes directamente de Él y luego compartir esos mensajes con los demás. Hemos aprendido sobre Samuel, Isaías, Jeremías y Ezequiel, quienes fueron fieles al llamado de Dios.
Sin embargo, en la historia hemos visto que no todos los que decían ser profetas realmente lo eran. Algunas personas querían ser profetas sin ser llamadas por Dios. En lugar de compartir verdades, terminaban diciendo cosas que no venían de Dios, lo cual confundía y llevaba a error a muchas personas.
Hoy en día, aún existen quienes pretenden hablar en nombre de Dios sin ser enviados por Él. Por eso, es muy importante que siempre comparemos lo que dicen con lo que Dios ya nos ha dicho en la Biblia.
¿Cómo podemos asegurarnos de que estamos escuchando a verdaderos mensajeros de Dios? Una forma es conociendo bien la Biblia.
En acción
¿Qué tal si dibujas tu propia Biblia y escribes dentro de ella tu versículo favorito? Así recordarás que todo lo que un verdadero profeta de Dios dice estará de acuerdo con la Palabra de Dios.