8 agosto | Niños
«¡Vuelve, Israel, a Jehová, tu Dios, pues por tu pecado has caído!» Oseas 14: 1
El pueblo de Dios estaba en cautiverio porque era desobediente. ¿Lo recuerdas? Sabían que se habían convertido en esclavos por culpa de sus decisiones. Así que deberían haber aprendido la lección y ser obedientes, ¿no te parece?
Pero no fue así. Aunque sufrieron en el cautiverio, al pueblo no le importó cambiar su forma de vivir. Seguían adorando a los dioses de los babilonios. Y si continuaban desobedeciendo a Dios, sufrirían aún más.
¡Qué vergüenza! Si se arrepentían, Dios pronto los salvaría. Pero, ¡era un pueblo muy terco! Parece que nunca aprendieron a ser obedientes.
En acción
Oremos: «Querido Dios, ¡ayúdame a no ser una persona terca! ¡Quiero ser obediente! En el nombre de Jesús, ¡amén!»