13 agosto | Niños
«Entonces oró Jonás a Jehová, su Dios, desde el vientre del pez» Jonás 2: 1
¿Has pensado alguna vez en lo que harías si tuvieras una misión muy importante, pero te diera miedo cumplirla? Esto le pasó a Jonás, un profeta que recibió un mensaje especial de Dios. Su tarea era llevar una advertencia a Nínive, una ciudad llena de gente que no se comportaba nada bien. Pero Jonás, ¿sabes qué hizo? En lugar de ir hacia Nínive, ¡decidió ir en dirección opuesta porque tenía miedo!
Imagina que estás en un barco y de repente comienza una tormenta enorme, todo por tratar de esconderte de algo. Así se sintió Jonás, quien incluso fue encontrado durmiendo mientras todos estaban preocupados. Cuando los marineros descubrieron que la tormenta era por su culpa, Jonás les dijo que lo arrojaran al mar, y así fue como terminó siendo tragado por un gran pez.
Pero esta historia tiene un final sorprendente. Después de tres días en el vientre del pez, Jonás fue devuelto a tierra firme, ¡sano y salvo! Entonces, comprendió que no podía huir de su responsabilidad y fue a Nínive a cumplir su misión.
En acción
Si tuvieras que dibujar a Jonás dentro de ese gran pez, ¿cómo lo imaginarías? ¿Y qué crees que aprendió Jonás de toda esta aventura? Habla con Jesús y pídele ayuda para no huir de las tareas importantes, incluso cuando te den un poco de miedo.