17 agosto | Niños

La destrucción de Nínive

«Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable» Nahúm 1: 3

¿Recuerdas la historia de Jonás? Después de que el gran pez lo arrojara a la orilla, fue a predicar a los ninivitas y la gente se arrepintió.

Pero pasó el tiempo y la nueva generación de ninivitas continuó con la maldad de sus antepasados. Eran crueles, violentos e injustos. Dios no podía permitir que un pueblo tan malvado, que había elegido odiar a Dios, siguiera practicando la maldad.

Nahúm era un profeta al que Dios le dio mensajes sobre la destrucción de Nínive, capital de Asiria, a causa de la iniquidad de su pueblo.

Al igual que la destrucción de Nínive, un día el mundo será destruido a causa de su maldad. Pero solo aquellos que para siempre han rechazado la bondad, el amor y la misericordia de Dios serán destruidos. Aquellos que han elegido amarle y estar con él serán salvos.

¿Con qué grupo de personas te gustaría estar cuando Jesús regrese?

En acción

Repite el versículo: «Jehová es tardo para la ira y grande en poder, y no tendrá por inocente al culpable» Nahúm 1: 3.