18 agosto | Niños

Elige ser feliz

«Aunque la higuera no florezca ni en las vides haya frutos, aunque falte el producto del olivo y los labrados no den mantenimiento, aunque las ovejas sean quitadas de la majada y no haya vacas en los corrales, con todo, yo me alegraré en Jehová, me gozaré en el Dios de mi salvación» Habacuc 3:17, 18

¿Has visto alguna vez una higuera, una vid y un olivo? La higuera produce higos, la vid produce uvas y el olivo produce aceitunas. La vid es un arbusto, y los otros son árboles; ¡todos son hermosos! Se plantaban para producir frutos con los que se alimenta a la gente.

En tiempos del pueblo de Israel, había muchos. El pueblo los conocía bien. Pero cuando el pueblo fue expulsado por sus enemigos, la ciudad fue destruida y ya no hubo abundancia de estos frutos. Tal vez uno o dos de esos árboles todavía producían un poco. ¡Qué triste!

Pero incluso en medio de la tristeza y la escasez, algunas personas mantenían la fe. Decían: «Aunque nuestras tierras estén devastadas y escasee la comida, aunque perdamos nuestras riquezas, aún nos queda algo invaluable: ¡el Señor! Él es nuestra mayor riqueza, y con él, siempre hay motivo para alegrarse».

Es una forma maravillosa de ver la vida, ¿verdad? Incluso si hoy te sientes un poco triste, recuerda que tienes algo (o, mejor dicho, Alguien) por lo que siempre puedes sonreír.

En acción

¿Qué te parece si ahora mismo buscas un espejo, te miras y le regalas a tu reflejo la sonrisa más grande que tengas? ¡Vamos, inténtalo!