21 agosto | Niños
«No con ejército, ni con fuerza, sino con mi espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos»
Zacarías 4: 6
¿Quién abrió el Mar Rojo para que pasaran los israelitas? Fue Dios con su poder, no un hombre. ¿Quién abrió el río Jordán para que el pueblo lo atravesara? Fue Dios con su poder, no un hombre. ¿Quién envió fuego del cielo sobre el altar del profeta Elías? Fue Dios, no un hombre. ¿Quién derribó los muros de Jericó? Fue Dios, no los guerreros de Israel.
Dios ha hecho cosas asombrosas, ¿verdad? Imagina por un momento cómo se sintió el pueblo de Israel al regresar a su tierra después de tantos años lejos, en un lugar desconocido. Ahora estaban de vuelta en casa, pero se encontraban frente a un gran desafío: ¿podrían reconstruir el magnífico templo que Salomón había construido?
Dios quería que pusieran su confianza en él. Ya había hecho maravillas por ellos, ¿no es así? Les aseguró que los ayudaría a reconstruir el templo y les recordó que no necesitaban recurrir a la violencia ni a la fuerza para lograrlo, porque él estaría con ellos en cada paso del camino.
En acción
¿Qué te parece si hacemos un pequeño proyecto juntos? Dibuja un mundo, ese lugar maravilloso que Dios creó y cuida cada día. Luego, dibuja a Jesús abrazando ese mundo. Es una forma de recordar que todo, absolutamente todo, está en sus manos y que él puede hacer mucho más de lo que jamás podríamos imaginar. ¿Listo para intentarlo?