22 agosto | Niños
«Mira que tu rey vendrá a ti, justo y salvador, pero humilde, cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna» Zacarías 9: 9
La Biblia relata muchas historias en las que estuvo presente un asno. Se utilizaba mucho en los tiempos bíblicos y era muy valioso.
Hoy en día todavía se utilizan asnos para arar la tierra y transportar cargas.
Los caballos, más fuertes y hermosos, eran más costosos y solo los montaban los reyes y las personas ricas y honorables.
Cuando Jesús hizo su entrada triunfal en Jerusalén, presentándose como rey, no montó en un caballo caro que solo usaban los reyes, sino que eligió la cría de un asno, un pollino. Jesús no vino a presumir sus riquezas. Era más importante que conozcan su reino a tener mucho dinero o caballos costosos.
Muchos años antes de que esto sucediera, el profeta Zacarías recibió este mensaje de Dios y lo transmitió al pueblo para que se alegrara. Estaban sufriendo y a veces se sentían muy desanimados.
Entonces el profeta dijo: «¡Alégrense! El rey vendrá montado en un asno».
¡Y muchos siguieron esperando!
En acción
¿Te animas a dibujar a Jesús montado en un asno?