10 septiembre | Niños
«Pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo, no tiene jamás perdón, sino que es reo de juicio eterno» Marcos 3: 29.
Jesús vino al mundo para salvar a todas las personas. Pero él no puede obligar a nadie a aceptar su amor. Algunos lo aceptarán y otros no.
Jesús dijo la verdad y muchos lo odiaron por eso ya que querían seguir haciendo cosas malas y al mismo tiempo ser aceptados por Dios. No les gustaba cuando él les decía que estaban equivocados.
A veces, se enojaban tanto que iban tras él para arrestarlo, otros decían que estaba loco, y otros pensaban que era amigo de Satanás.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es el error más grande que podríamos cometer? Jesús habló sobre esto. Nos dijo que hay algo mucho más serio que un simple tropiezo o error. Ese gran error es no escuchar cuando el Espíritu Santo nos habla al corazón, diciéndonos qué es lo correcto y animándonos a seguir el camino de Dios.
Imagina que cada día el Espíritu Santo intenta hablarnos como un amigo que susurra consejos para ayudarnos a tomar buenas decisiones. Pero si decidimos ignorarlo hoy, quizás sea un poquito más fácil no prestarle atención mañana. Y poco a poco, podríamos acostumbrarnos a no escucharlo hasta el punto de olvidarnos de su voz.
¿Te has preguntado cómo se siente Jesús cuando elegimos no escucharlo? Podría sentirse triste porque nos ama y quiere lo mejor para nosotros.
En acción
Intenta dibujar cómo crees que se ve el rostro de Jesús cuando lo ignoramos. ¿Triste? ¿Preocupado? Recuerda, este ejercicio no es para sentirnos mal, sino para recordarnos lo importante que es escuchar y seguir los consejos de Dios cada día. Después de dibujar, ¿por qué no tomas un momento para decirle a Jesús que quieres estar más atento a su voz?