14 septiembre | Niños

Jesús vino para ser siervo

«Y el que de vosotros quiera ser el primero, será siervo de todos» Marcos 10: 44

Santiago y Juan eran dos discípulos de Jesús. Su madre debió de sentirse muy orgullosa de ellos. Sus hijos eran amigos íntimos de Jesús, caminaban con él a diario, hablaban con él y recibían su atención.

Ella pensaba que Jesús llegaría a ser el rey del pueblo y, como sus hijos eran muy amigos de Jesús, él podría hacer de ellos los más importantes de su reino venidero.

Cuando llegó la Pascua, Jesús fue a Jerusalén, donde trató de explicar a los discípulos que no sería coronado como rey, sino que lo matarían después de sufrir mucho.

La madre, en cuanto vio a Jesús, le pidió que les diera un lugar importante a sus hijos en el reino.

Entonces Jesús, con gran paciencia, le explicó: «En mi reino, las personas más importantes son las que ayudan a los demás, no las que llevan ropa bonita y se enseñorean de los demás».

¿Habrá entendido aquella madre que los que quieren ser los más importantes deben ser los últimos y ayudar más a los demás?

En acción

Habla con tu madre sobre lo que significa ser una persona importante.