15 septiembre | Niños

Jesús sufrió en su lugar

«Entonces algunos comenzaron a escupirlo, a cubrirle el rostro, a darle puñetazos… También los guardias le daban bofetadas» Marcos 14: 65

Imagina a Jesús herido, escupido y ridiculizado. Eso fue lo que le ocurrió.

Cuando decidió venir al mundo a morir por sus amigos, ¡los ángeles se asustaron! No podían entender su amor.

Jesús vino a morir en nuestro lugar para que no tuviéramos que morir para siempre. Esta muerte iba a ser el precio por desobedecer su santa ley.

Antes de ir a la cruz, Jesús pasó horas arrodillado en el jardín de Getsemaní. Sabía que iba a sufrir mucho, pero no estaba seguro de poder soportarlo. Los pecados del mundo pesaban demasiado sobre él. El dolor que sentía era tan grande que empezaron a formarse gotas de sangre en su piel.

Se acercó a sus amigos tres veces, pero ellos estaban dormidos. Ni siquiera le ayudaron.

¡Satanás estaba contento con lo que veía! Eso era exactamente lo que quería ver: ¡A Jesús sufriendo!

Uno de sus amigos le dio un beso como señal para que los soldados lo arrestaran. Luego Jesús tuvo que llevar su cruz al monte del Calvario, ¡y allí fue clavado en la cruz!

Jesús murió por ti.

En acción

Dibuja la cruz de Jesús y dale gracias por su sacrificio.